Unidad 10. Locke y el empirismo


    John Locke vivió entre 1632 y 1704, un período de agitación política e intelectual y de profundas trans­for­macio­nes en Europa, y espe­cialmente en Inglaterra. A partir de sus treinta y tantos años, cuando salió de Oxford para unirse a la familia del primer conde de Shaftesbury, fundador del partido Whig, Locke estuvo en el centro de esas transformaciones. Fue amigo de los principales científicos de la época, entre ellos “el padre de la química”, Robert Boyle, de Thomas Sydenham, y del más grande de todos ellos, Isaac Newton. En Oxford colaboró ​​con Sydenham en particular, estudiando medicina con él. Al abandonar Oxford, ocupó brevemente una oficina gubernamental cuando Shaftesbury estaba en el poder bajo Carlos II, pero más tarde, siempre como colaborador filosófico de  Shaftesbury, escribió y, muy probablemente, conspiró contra Carlos II  y luego contra su hermano Jacobo II. Viajó a Francia en la década de 1670, conociendo allí a un buen número de científicos y filósofos. En 1683, tras la definitiva caída de Shaftesbury  y de un frustrado complot  para asesinar a Carlos II en el que probablemente estuvo implicado, tuvo que exiliarse en Holanda, donde completó sus tres obras más importantes, todavía hoy canónicas. Una carta sobre la tolerancia y Dos tratados sobre el Gobierno abordan los dos grandes temas políticos del momento, la tolerancia religiosa y el gobierno constitucional. Su libro más importante, sin embargo, un Ensayo sobre el entendimiento humano, es una obra de filosofía general. Después de regresar a Inglaterra tras la deposición de Jacobo II, continuó escribiendo extensamente sobre filosofía y religión hasta su muerte, por más que estos intereses no llegaran a absorber todas sus muchas energías. Fue consejero económico del gobierno de Guillermo de Orange, y ocupó el importante cargo de Secretario de la Junta de Comercio y de las Colonias desde 1696 hasta 1700.